Holaaaa, chicos y chicas!!!!!
Bueno, antes de nada, deciros que he aprobado todito todo!!! El curso completo de 2º año de la carrera de Enfermería y unas del año pasado que dejé suspensas.... apuf.... sí, soy lo máximo, lo sé... si es que la inteligencia en mí es ... ¡la leche! Jajajajaj... Ná, era broma. La verdad es que este año sí que me esforcé como Dios manda y llevé más o menos todo al día, de lo contrario, no daría sacado todo para delante ni de coña.
En fin, ya estoy de vuelta por estos mundos dspués de varios días/semanas... El estrés del examen, el estrés por saber si había aprobado o suspendido y el estar ocupada todo el día trabajando el casa, me impidió abrir el blog para escribir un nuevo post. Pero aquí estoy yo, la chica que quiere encontrar trabajo en el verano de niñera (pero no hay manera), la chica que quiere tomar el sol en la playa y/o río (pero no hay manera, porque el Lorenzo se resiste en asomarse), la chica que quiere ser menos tímida y más libre y deshinbida (pero... bueno, poco a poco...).
Bueno, voy a contaros algo que... no suelo contar, la verdad... Me resulta algo... no sé, me da como un poco de apuro y vergüenza contarlo. Tengo muchos problemas con el hecho de expresarme con la gente, soy muy muy tímida, me cuesta una barabaridad exponer trabajos delante de 3 o 40 personas, me cuesta tener que contar un argumento de una película a alguien, me cuesta tener que estar delante de la dependienta buscando las monedas y ver que hay una cola detrás que está esperando a que yo encuentre las dichosas monedas... Bueno, un sinfín de cosas que alomejor mucha gente piensa que es algo digamos que normal... pero os aseguro que a mí me complica demasiado la vida. Ojalá pudiera expresar lo que siento y responder a preguntas de las que me sé la respuesta exacta... pero por mi timidez.. no lo hago. Y eso es un error muy grande, lo sé. Y tengo que cambiar, también lo sé. Bueno, por ello, mi madre por segunda vez recurrió a un profesional, y claro, ahí voy yo. Le cuento toda mi vida, mis tropiezos, mis miedos, mis dudas, mis temores, mis creencias de ser inferior al resto de la gente, mi vergüenza al enseñar mis manchas. Me dice que tengo que levantar mi autoestima, que no hay ni inferiores ni superiores, que seguro que yo tengo muchas virtudes y que es una pena que el resto del mundo no lo sepa sólo porque yo lo callo. Aiss... Lo sé... sé todo eso. Pero soy tonta y todavía no soy capaz de mostrarme como Lucy.
Apuntó también lo del vitíligo y me dice el otro día según entro a su despacho: "¿Qué te gustan más: los burros o las cebras?". Y yo: "Los burros, claro". (Es que me chiflan los burros... son tan... lindos... sus ojitos... aiss... son preciosos, caray. Ya les dije a mis padres que cuando quieran, me pueden regalar uno). Bueno, y ella me responde: "Me acabas de romper la teoría". Según me ha dicho, los que tenemos vitíligo preferimos las cebras. Son bicolores, al igual que nosotros... jajajaj. En este caso, fue cuestión de gustos.
Bueno, pues os voy dejando, que en breve tengo que ir a comer.
Deciros que estoy tremendamente feliz ante todos los que os acercáis hasta aquí y me mandáis una petición al facebook para hablar con vosotros y tal. En serio, es algo enorme lo que hacéis. Me aportáis mucho y espero que yo os corresponda a todos y cada uno de vosotros.
Os quiere, Lucy.