Hola familia.
Supongo que es tontería empezar con lo de siempre… Ahora
sólo me limitaré a decir que escribiré en el blog cuando saque tiempo y me
apetezca. He pensado inclusive en dejarlo a un lado, puesto que a cuanto más se
acumulan los días, más lo dejo pasar. ¿Motivos? A veces falta de tiempo, otras
veces desgana, quizás porque el internet me va como el culo o simplemente que
en ocasiones me saturo con todo. No se trata sólo de este tema, el vitíligo,
sino de todo lo que me rodea actualmente en mi vida.
Si os soy sincera, no estoy en mi mejor momento. No logré
pasar el examen del EIR, con lo cual estoy de nuevo estudiando, no tengo
trabajo a pesar de haber estado echando currículums por geriátricos y
guarderías (las listas del SERGAS ya las dejo a un lado… es como si estuviesen
ahí por estar), ayudo en casa, hago algo de ejercicio para mantenerme un poco
en forma, salgo de fiesta o a tomar algo con los amigos o con mi pareja… Visto
así, supongo que alguno diría: “bah, vive con sus padres, está estudiando, se
va de fiesta… ¿Cuál es el problema? Trabajo encontrará más tarde o más temprano,…
etc, etc”. Sí, tengo 25 años. Supongo que una niña comparado con otra gente y
sus problemas del día a día, sus hijos, su hipoteca, sus deudas,… yo qué sé…
Pero siempre he defendido lo de dentro, las emociones, los sentimientos. En
ocasiones las personas generalizan demasiado y hablan de una manera ilimitada e
irrespetuosa acerca de la forma de llevar la vida de sus vecinos, conocidos,
desconocidos… y coño, eso duele. Al menos a mí me duele. No me considero lo
suficientemente madura para tomar
ciertas decisiones, pero creo que mi personalidad y mi carácter no están
incluidos en la parte negativa del mundo: soy una persona empática, me gusta
estar pendiente de la gente, de su bienestar, respeto prácticamente todos los
puntos de vista (o, al menos, intento entenderlos) y pocas veces me enojo
(vale, puntualizo… que acá ya sé que más de un@ tendría algo que decir: me
enfado cuando algo me daña mucho. A lo demás se le llama “picarse”, “chincharse”
o “sentir rabia”… punto). Obvio, tengo mi parte no tan buena o mala, a secas.
Pero tampoco es tan destacable. De momento no he matado a nadie, sólo le
quitaba las alas a las moscas y las
dejaba encerradas en botecitos de cristal con arañas dentro para yo poder ver
el proceso de… Bah, paso… Si es que me dan repelús las arañas, no sé ni cómo
las metía dentro. En fin, como siempre me acabo liando con cualquier tema que
encuentre. Concluyo este monólogo diciendo que en mi corazón la que manda soy
yo… podré tomar consejos o desecharlos, pero es mío. Destrozarlo o no corre de
mi cuenta. Pero eso sí, ayudar a que se destroce no depende siempre de mí, con
lo cual intentaré echar abajo a todo el que intente influenciarme en contra de
mis principios o ideales o dañarme sin motivo alguno. Así mismo, mis decisiones
las llevo a cabo yo, porque así lo quiero y deseo, y si me equivoco ya
aprenderé de ello. ¡Qué a gusto me he quedado!
Dejando a un lado una mínima parte de lo que siento dentro
de mí, lo que se ve desde el exterior, a parte de mi belleza natural (no hay
nada como tener la autoestima más grande que una misma… jaja), son mis manchas
blancas. O rosadas, según el día. Y más pequeñas que antaño. Sí, habéis oído
bien. Son más pequeñas porque el color morenito de mi piel las está cubriendo
poco a poco. Y se ve. Es la primera vez que noto cambios en mis manos tan
buenos. Mis codos están casi repigmentados. Mis rodillas, prácticamente no se
les ve blanco alguno. La fototerapia me está ayudando en ese aspecto. Mucho.
Aunque sé que tiene sus efectos secundarios, con lo cual, también me ando con
ojo. Son rayos UVA, así que toda precaución es poca. Seguiré con el PUVA este
verano, pero exponiéndome a los rayos del sol, y no al de los de la máquina.
Espero conseguir más y mejores resultados a finales de verano, así que ya os
iré contando.
También quiero destacar y “dar ejemplo” de lo que yo llevo a
cabo. Como sabéis me importa una **** lo que piensen acerca de mis dos colores.
Me muestro tal y como soy y siento que tengo más confianza en mí misma y en lo
que puedo aportar a los demás. No me cuesta decir lo que hay, tanto dentro como
por fuera. Si algo siento o pienso, lo digo. No me oculto en ningún caso. Las
personas que me quieren, me conocen así. Y os aseguro que me quieren mucho, de
lo contrario me mandarían a tomar viento hace bastante, porque a veces soy muy
pesada y caprichosa… y niña, y malhablada… jajaja. Mis súper virtudes a flor de
piel, sí señor. He conocido a personas que nada tienen que ver con este tema central
de mi blog… y desde un principio les conté esta “particularidad”. Hoy por hoy,
creo que para citadas personas, lo diferente o destacable en mí no son las
manchas (ni la altura, ni las gafas, jajaja) sino otros aspectos de mi
personalidad o de mi carácter. E, inexplicablemente, son aspectos positivos.
Sigo diciendo que me halagan/halagáis demasiado. Voy a creérmelo al final y me
convertiré en una chica repugnante y egoísta, veréis. Os aviso.
Más o menos, por el tema del Facebook, ya sabéis cómo voy y cómo
estoy. Hay montón de gente que manda solicitudes y mensajes. A veces tardo en
contestar porque desde el móvil no veo los mensajes de la gente que no tengo en
mi lista de amigos, con lo cual pues tened paciencia. Así mismo, no contesto
siempre según los leo, porque tengo otras cosas que hacer o porque mi internet,
me reitero en lo ya dicho, me va como el culo en ocasiones (eso no quiere decir
que mi culo sea feo, conste. Bueno, que para gustos colores…).
He recibido muy buenas noticias de amigos, de conocidos… (y
regalos de mis mexicanos). No todo es tan malo en mi vida, se ve. Y lo sé. Me
siento muy orgullosa de todo lo que he logrado en estos años, de todo lo que he
conseguido y “construido”. Me satisface enormemente y me emociona el saber que
hay gente que piensa en mí, gente que he conocido por el blog hace años, meses
o semanas, y que me tienen mucho cariño y me aprecian. No me canso de dar las
gracias por todo ello. Ojalá tuviese
todo el tiempo del mundo para agradeceros uno a uno todo lo que me hacéis
llegar… porque es impresionante. Es algo que nunca jamás olvidaré. Me enfada el
no poder tener ese tiempo para cada uno de vosotros ni poder acordarme de todas
vuestras historias y vivencias. Sería espléndido encontrarnos todos en una sala
y poder daros un abrazo. Uno a uno.
En fin, sólo me queda agradecer con todo el cariño, amor y
respeto del mundo lo que hacéis por mí, todo vuestro aprecio, vuestros
consejos, vivencias, dudas, aportaciones, críticas, palabras amables… Me
resulta a veces chocante el saber que mis palabras han llegado más allá del
charco… a montón de lugares que ni en mis mejores sueños habría pensado que
llegarían. Gracias a mis amigos, los más cercanos, los que viven casi a mi
lado, esos que casi me conocen hasta cuántos lunares tengo el cuerpo…, gracias
por soportarme y aguantar mis manías, por estar ahí cuando más lo necesito y
cuando no. Gracias a aquellos que viven un poco lejos, pero no más allá de
España,… gracias por entenderme, por confiar en mí, por cuidarme y mimarme y por
llenar lo que me falta, gracias por dejarme formar parte de vuestras vidas.
Gracias por los que están mucho más lejos, que a pesar de eso os tengo muy
presente… gracias por vuestro apoyo, cariños, humildad… gracias por quererme.
Gracias a mi familia… simplemente porque de momento no me echaron de casa…
jaja. Gracias a mi pareja, por ser uno de los mayores culpables del cambio de
mi vida para mejor.
P.D.= es que estoy pensando… y digo “coño, qué poco graciosa
he sido esta vez, Lucy”. Lo siento, la siguiente vez estaré en pleno apogeo, lo
prometo.
P.P.D.= manda leche… Acabo de leer lo que he escrito. Por lo
general ya sabéis cómo soy, sino creo que tendríais que tenerme miedo. Obvio,
al verme ya a uno se le quita el miedo, puesto que el ser menuda no ayuda para
plantarle cara a un gigante, pero en fin. Esto me trae a la cabeza unos
recuerdos de una fiesta en la que le tiré un vaso a un tipo que medía casi el
doble que yo… Fue en defensa ajena y propia… Pero no se debe hacer, que conste.
Lo que pasa es que cuando no me funciona la palabra (y, aunque no lo creáis, yo
hablo mucho), ni mi aspecto físico… a veces me pierden las formas. Gracias a
Dios, no muy malamente (más que nada porque no quiero que me zurren, que tengo
gafas y una belleza natural que cuidar).
P.P.P.D.= “Hacer lo
que te gusta… es Libertad. Que te guste lo que haces… es Felicidad”.
P.P.P.P.D.= no puedo acabar esto sin decir que lo que
queráis hacer, no esperéis. No os cortéis las alas… no digáis no… Lo bueno de
la vida es sentirse bien, feliz, satisfecho… sin dañar a nadie ni a uno mismo.
Que no os tiemblen las piernas ante el mundo que veis todos los días, ante sus
normas sociales e hipocresía, no os reprimáis ante lo que deseáis… luego será
demasiado tarde, y lo deseado se convertirá en algo que ha sido anhelado y no
disfrutado. Sed sinceros con vosotros mismos, no por cerrar los ojos la vida se
para o la realidad se esfuma. Hay tanto que gritar y tan poco que callar… hay
tanta frustración y tanto deseo de libertad,… que quizá si todos nos pusiésemos
de acuerdo en actuar según nuestros
ideales y sentimientos, sólo quizá el mundo tornaría de color de rosas…